Desde que llegaron al mercado las toallitas húmedas se han convertido en un esencial en la vida de muchas personas. Ayudan a mantener limpios a nuestros bebés, nos facilitan la higiene personal en el wc y, en muchos casos, hasta las hay para usar en la limpieza del hogar. No obstante, tirar toallitas al váter puede ser muy perjudicial para el medio ambiente. Lo que nos venden como toallitas biodegradables realmente no lo son y pueden producir grandes atascos en el inodoro.
¿Qué son las toallitas biodegradables?
Normalmente, las toallitas que usamos en nuestro día a día están compuestas de microfibras y microplásticos, altamente contaminantes. Así, muchas marcas se lanzaron a crear productos supuestamente biodegradables.
Las toallitas “biodegradables” están compuestas de celulosa (papel), pero no en su totalidad, siguen conteniendo microplásticos que hacen casi imposible su degradación en un medio natural como el agua y llegan a tascar tuberías y conductos de los sistemas de depuración, complicando la gestión de residuos.
Diferencias entre toallitas biodegradables y húmedas
Las toallitas biodegradables, como ya hemos visto, están compuestas de materiales naturales y artificiales, lo que hace que, en realidad, no se degraden a corto plazo. Por otro lado, las toallitas húmedas tienen entre sus componentes menos celulosa y eso las convierte en altamente contaminantes si se tiran por el retrete.
Realmente, la diferencia entre ambas es mínima, ya que diversos estudios han demostrado que las toallitas que se venden como biodegradables pueden pasar más de un mes en el agua sin degradarse lo más mínimo.
¿Se pueden tirar toallitas biodegradables en los wc?
Según la OCU, ni las toallitas húmedas ni las biodegradables son aptas para desecharse por el inodoro. Tanto si usamos el aseo de casa como si hacemos uso de los baños portátiles, no es recomendable tirar estas toallitas ya que pueden ocasionar graves daños al medio ambiente.
¿Cuánto tarda una toallita biodegradable en degradarse?
Se ha comprobado en diversos estudios que las toallitas húmedas y biodegradables tardan más de 100 años en degradarse, ya que los materiales que las forman son muy resistentes y necesitan un proceso especial de descomposición si no se quiere contaminar.
Una alternativa más sostenible es el papel higiénico húmedo, compuesto de fibras naturales y celulosa de origen vegetal. Aunque es menos resistente, este sí que es biodegradable ya que se disuelve en el agua y no ocasiona problemas para nuestro planeta.
Normativa respecto a productos desechables vía inodoro
Tal ha sido el impacto ambiental que hemos provocado por el uso de estas toallitas que diferentes organismos a nivel nacional y europeo han decidido tomar cartas en el asunto obligando a los fabricantes a indicar con etiquetas de colores cómo desecharlas.
Etiquetado de toallitas
Si nos fijamos cuando vamos a comprar al supermercado estos productos, podemos encontrar dos etiquetas de diferentes colores en sus envases, una verde y una roja. Esto ha sido posible gracias a la norma UNE 149002:2019, una normativa europea que indica la etiqueta que deben usar estos productos y que indican si es apto o no apto para tirarlo al váter.
La etiqueta roja nos indica que la composición de las toallitas no la hace óptima para tirarse por el inodoro, por lo que deberemos tirarla a la papelera. La mayoría de toallitas húmedas llevan esta etiqueta.
La etiqueta verde, por su parte, es la que nos indica que sí podemos desechar las toallitas por el inodoro. Este color podemos encontrarlo en el papel higiénico húmedo.
Para que un producto cuente con el logotipo verde deberá superar hasta 5 pruebas diferentes en laboratorio, además, no podrá contener materiales sintéticos ni plásticos. Aunque el papel higiénico húmedo no puede desintegrarse tan rápidamente como el papel higiénico convencional, sí que es cierto que se rompe en trozos muy pequeños al contacto con el agua, lo que evita la obstrucción de tuberías.
Biodegradable no quiere decir desechable
Que un material sea biodegradable no significa que esa acción suceda en el corto plazo o con el simple contacto con el agua. Como ya hemos visto, las toallitas que en muchos sitios nos venden como biodegradables pueden llegar a tardar más de 100 años en descomponerse. Por lo tanto, biodegradable no es lo mismo que desechable.
Si no queremos desesperarnos intentando desatascar las tuberías de casa por culpa de las toallitas húmedas y no ocasionar un problema mayor al medio ambiente, podemos empezar por reducir nuestro consumo de las mismas y tirarlas en el lugar adecuado, la basura.
1 comentario en «Toallitas biodegradables: verdades y mentiras»
Ninguna toallitas debe tirarse al WC, deben tirarse siempre a la papelera