En este artículo, te invitamos a descubrir qué son las aguas termales, sus propiedades y las aplicaciones que tienen. Los seres humanos hemos venido utilizando las aguas termales desde los inicios de los tiempos, y en la actualidad, son de uso muy habitual por gran parte de personas.
Definición de agua termal
La definición de agua termal es muy clara, es aquella que emana hacia la superficie terrestre, pero que cuenta con una característica muy concreta. Su temperatura debe ser de, al menos, 4° más alta que la temperatura media anual del lugar donde se encuentra. Esto es debido al calentamiento que sufren en el interior de la tierra. Esta temperatura es variable, por tanto, nos podemos encontrar con aguas termales que emanan a diferentes temperaturas, dependiendo del aumento de grados que sufran en la corteza terrestre.
Breve historia de las aguas termales
Las aguas termales se han venido utilizando desde hace más de 2000 años. De hecho, hay registros de la época del emperador Agripa, que creó en Roma termas destinadas al uso público.
Sin embargo, las aguas termales se han venido utilizando desde tiempos más remotos. La expansión del imperio romano provocó que, en aquellos lugares en los que había aguas termales, se promoviera su uso, principalmente, con fines terapéuticos, además de higiene.
Cuáles son los componentes de las aguas termales
La efectividad de las aguas termales no se debe simplemente a la mayor temperatura, sino a que cuentan con una mineralización diferente y que proviene del tipo de suelo en el que se encuentran. Los minerales más comunes son los de hierro, azufre, cloro, además de las sales carbonatadas. Esta característica es la que las hace únicas, y por esa razón, el turismo de aguas termales es un valor en alza, ya que dependiendo del tipo de sal con el que cuenten, tenemos unas propiedades u otras.
Para qué sirven las aguas termales
Las propiedades de las aguas termales no solamente se debe al tipo de sal disuelta en ellas, sino a que al contar con una temperatura más alta, pueden utilizarse para mejorar la circulación sanguínea, o bien, ayudar al sistema respiratorio mediante inhalaciones.
Podemos decir que las aguas termales cuentan con un claro componente terapéutico, ya que ayudan a mejorar nuestro estado de salud, a la vez que alivian algunas dolencias y enfermedades. Por esa razón, llevan utilizándose desde hace más de 2000 años.
Tipos de aguas termales
Dependiendo del tipo de sales disueltas en las aguas termales, nos encontramos con diferentes tipos. Las principales son estas que referimos, además de sus propiedades correspondientes.
- Aguas termales sulfurosas: las que son ricas en azufre ayudan a combatir el reumatismo, y son excelentes para tratar la psoriasis, aunque las aguas, con presencia de azufre, tienen el problema de su mal olor, que recuerda al de los huevos podridos. Sin embargo, sus beneficios son más que evidentes.
- Aguas termales alcalinas: estas aguas tienen una presencia importante de CO2, y generalmente son aguas termales frías. Están indicados para ser consumidas, ya que tienen un efecto muy positivo sobre la acidez estomacal.
- Aguas termales salinas: las aguas termales salinas son ricas en cloruro de sodio y ayudan en la mejora de afecciones cutáneas.
- Aguas termales de hierro: las aguas termales ricas en hierro son ideales para tratar afecciones de la piel, al igual que las aguas cloradas.
- Aguas termales de bicarbonato: las aguas carbonatadas tienen buena presencia de calcio y de magnesio, y si se ingieren, pueden ser buenas para reforzar los tejidos óseos, así como la circulación de la sangre.
Diferencia de aguas termales y spa
Se puede llegar a pensar que las aguas termales son sinónimo de spa, pero en muchos casos puede haber diferencia. Un spa utiliza aguas de la red pública de saneamiento para sus instalaciones, mientras que las aguas termales tienen entidad propia.
Sin embargo, eso no es impedimento para que muchos spa estén ubicados en zonas de agua termales y las aprovechen en su propio beneficio y en el de sus usuarios. Por esa razón, si deseas aprovechar las ventajas de las aguas termales en un Spa, debes acudir a uno que tenga un manantial próximo y haga uso de ellas.
Beneficios para la salud
- Relajación y alivio del estrés: el agua a mayor temperatura siempre tiene un efecto beneficioso a la hora de relajar la musculatura.
- Propiedades curativas y terapéuticas: gracias al tipo de sal disuelta en las aguas termales, podemos conseguir efectos terapéuticos destinados a mejorar nuestra salud.
- Mejora de la circulación sanguínea: es consecuencia de disponer de aguas a una temperatura alta, que la circulación de la sangre se ve favorecida.
- Alivio de dolores musculares y articulares: sumergirse en agua termales es ayudar a que la musculatura y articulaciones se relaje, por eso son indicadas cuando hay lesiones de estas características.
- Beneficios para la piel: la piel puede conseguir grandes resultados dependiendo del tipo de sal disuelta en las aguas termales. Los enfermos de pieles a tópicas o de psoriasis saben muy bien de sus beneficios.
¿Qué aguas termales famosas existen en España?
La geografía española está plagada de puntos en los que las aguas termales son una realidad.
Son muy conocidas las aguas del balneario de Archena, en la región de Murcia, enmarcado dentro del valle de Ricote y próxima al río Segura. Brotan a 51°, y este balneario es uno de los lugares históricos en cuanto a aguas termales.
En Alhama de Aragón, en la provincia de Zaragoza, encontramos el segundo lago termal de mayor extensión de Europa. Sus aguas brotan a 32° durante todo el año, lo que atrae la gran cantidad de personas a las termas próximas de Pallarés.
En Outariz, en Orense, se encuentran las termas del mismo nombre que brotan a 60°, si bien en el balneario próximo se encuentra entre 35 y 41°. Cuenta con el atractivo de ser una de las termas más bellas de nuestro país.
Finalizamos nuestro recorrido con las piscinas naturales de Fontcalda, en la provincia de Tarragona. Durante todo el año se encuentran a 28° y el entorno es una joya que no puedes perderte.
¿Cuáles son los riesgos y precauciones al visitar aguas termales?
A decir verdad, no son demasiadas las contraindicaciones de las aguas termales. Sin embargo, en caso de insuficiencia coronaria, infarto, de miocardio o enfermedades que hayan derivado en trombos, no suelen ser la mejor opción. Igualmente, si hay infecciones en la piel, tensión alta, o se está embarazada, lo mejor es no acudir a disfrutar de los beneficios de las aguas termales. En todo caso, es muy importante consultar con tu profesional de referencia si tú intención es acudir a unos baños de aguas termales.