El continuo movimiento de las aguas ha hecho que los humanos diseñemos artilugios, mecanismos o construcciones para poder tomar su control. Un azud o presa derivadora es un sistema por el que las aguas pueden ir de un lugar a otro para su mejor aprovechamiento. En este artículo vamos a descubrir qué es un azud y en qué se diferencia de una presa.
¿Qué es azud en castellano?
Si acudimos al diccionario, según la RAE, la palabra azud puede tener dos acepciones. Por un lado, la de una «máquina en forma de rueda que, movida por la corriente de un río, saca agua para regar los campos». Pero además, es la «barrera hecha en los ríos con el fin de facilitar el desvío de parte del caudal para riego y otros usos». El origen de la palabra azud es árabe, pueblo que fue el que impulsó la transformación en el uso de las aguas en la península durante 8 siglos. En árabe, la palabra azud (sudd), quiere decir «dique».
¿Qué es un azud?
Un azud es una construcción hidráulica que se coloca en cursos de agua con el propósito de elevar temporal o permanentemente su nivel, pero sin llegar a almacenar una gran cantidad de agua detrás de ella, como sucede con una presa. Su diseño es más simple que el de las presas y, en general, se construyen en ríos o arroyos con el objetivo de derivar, regular o distribuir el flujo de agua.
¿Cómo funciona un azud?
El funcionamiento de un azud es sencillo. Se trata de una barrera o dique que se instala en un río o canal, elevando el nivel del agua en el punto donde se encuentra. Al elevar el nivel del agua, se puede dirigir o derivar una parte de esta hacia acequias o canales de riego, o simplemente permitir que se distribuya de manera más uniforme a lo largo del curso de agua.
Los azudes pueden ser fijos o móviles. Los fijos son estructuras permanentes que no se pueden reajustar, mientras que los móviles permiten cierta regulación para adaptarse a las necesidades hídricas del momento, como por ejemplo, elevar o disminuir el nivel del agua según se requiera.
¿Cuál es la función de un azud?
Los azudes desempeñan diversas funciones, dependiendo de la necesidad que haya impulsado su construcción:
Derivación: uno de los usos más comunes de los azudes es derivar agua hacia sistemas de riego, permitiendo llevar agua a tierras agrícolas que de otra manera no tendrían acceso a ella.
Regulación: algunos azudes se construyen para regular el flujo de un río, distribuyéndolo de manera más uniforme y previniendo así inundaciones en ciertas épocas del año.
Molinos y otras instalaciones: Históricamente, los azudes se han utilizado para derivar agua hacia molinos y otras instalaciones que necesitaban la fuerza del agua para funcionar.
Mejora del hábitat: en algunos casos, se construyen azudes con el objetivo de crear o mejorar hábitats acuáticos, ya sea para favorecer la fauna y flora local o para actividades recreativas.
Diferencia entre azud y presa
Aunque tanto los azudes como las presas son estructuras que se construyen en cursos de agua y que provocan una elevación en su nivel, existen diferencias clave entre ambas. Puedes ver, por ejemplo, qué es un embalse para conocer más sobre ellos
Capacidad de almacenamiento: mientras que los azudes simplemente elevan el nivel del agua sin almacenar grandes cantidades detrás de ellos, las presas son estructuras diseñadas para retener y almacenar grandes volúmenes de agua, formando embalses o lagos artificiales.
Tamaño y complejidad: por lo general, las presas son estructuras de mayor envergadura y complejidad que los azudes. Requieren de estudios geológicos, ingenieriles y medioambientales debido al impacto que tienen en la zona donde se construyen.
Cometido: aunque tanto azudes como presas pueden tener funciones similares en cuanto a la derivación y regulación del agua, las presas suelen tener fines adicionales como la generación de energía hidroeléctrica, suministro de agua potable a ciudades o recreación.
Un azud es un auténtico superviviente de la ingeniería hídrica de hace más de mil años, pero que ha demostrado su eficacia a la hora de regular los cursos de agua.