Seguro que has oído hablar de acero galvanizado. Forma parte de nuestras vidas, mucho más de lo que podamos pensar. Podemos encontrarlo en muros, tuberías, muebles…Pero, ¿sabes exactamente qué tipo de material es y de qué está compuesto? Hoy te hablamos en detalle del acero galvanizado.
¿Qué es el acero galvanizado?
Sencillamente, el acero galvanizado es un tipo de acero más resistente, ya que va recubierto por varias capas de zinc. El zinc es un material que aporta fuerza y durabilidad, además de evitar la oxidación del acero, por lo que conseguimos un producto de mayor calidad en muchos sentidos.
¿Qué es el galvanizado?
Según la wikipedia, es el proceso electroquímico por el cual se puede cubrir un metal con otro. Para que lo entendamos mejor, consiste en dotar al acero con el que vamos a trabajar de capas de zinc. Para ello, primero se deben elaborar las piezas que se requieran (láminas, cables, tubo de acero galvanizado…) en acero. Seguidamente, ese producto se impregna de zinc, es decir, pasa por una fase de galvanización.
Este proceso se puede llevar a cabo con técnicas diferentes pero el resultado es muy similar y la calidad de acero habrá mejorado ya con la primera galvanización.
Tipos de galvanizado
Como comentábamos, existen diferentes métodos de galvanización. Vamos a ver los 3 más comunes.
Galvanizado en caliente
Consiste en la inmersión del producto fabricado en acero en zinc a una temperatura que oscila entre los 430ºC y los 450ºC. De esta manera, se crea una capa adherente en la superficie que cubre todo el producto. Este mismo proceso de baño en zinc se puede repetir las veces que sea necesario hasta que se obtenga la consistencia y grosor del acero galvanizado que se desea. Así, podremos trabajar con materiales altamente resistentes, perfectos para usarse tanto en interior como en exterior.
Galvanizado en frío
Consiste en aplicar el zinc directamente sobre el producto con una brocha o pistola. Se utiliza, mayormente, para reparar pequeñas fisuras que pueda haber en piezas de acero. Se suele dar una sola capa, en lugar de varias como la galvanización en caliente, por lo que la resistencia del producto será algo menor, aunque también será inferior el coste del proceso.
Electrozincado o Galvanizado zincado
El galvanizado, en este caso, se haría transfiriendo iones metálicos al acero mediante un flujo de corriente continua. Es el método menos utilizado ya que la calidad del producto no mejora en gran medida, pues su uso es más estético que funcional.
Ventajas y propiedades del acero galvanizado
Con lo leído hasta ahora, te podrás imaginar la cantidad de ventajas que tiene el acero galvanizado, ¿verdad? Pues sí, al darle al producto un extra de protección también aumenta su calidad.
Es altamente resistente a la corrosión y el óxido, ya que las capas añadidas hacen de protección frente a factores externos o climáticos (como la humedad). Por otro lado, al ser más resistente, también será más duradero en el tiempo, por ejemplo, puede llegar a durar hasta 150 años en buen estado en entornos rurales o hasta 25 años en zonas muy corrosivas, condiciones que otro tipo de material no soportaría.
Otra de las propiedades que más caracterizan al acero galvanizado es que es muy manejable puesto que, al pasar por un proceso de fundición, puede adaptar la forma que sea necesaria. Además, se puede soldar, atornillar e incluso pintar. Las alternativas son infinitas.
La pregunta del millón: ¿requiere mantenimiento? La respuesta es que no, debido a las propiedades que le aporta al producto durante el proceso de galvanización. Esto hace que sea un tratamiento rentable a largo plazo, ya que, aunque pueda superar ligeramente el presupuesto inicial, a la larga no requerirá de retoques o arreglos.
Características del acero galvanizado
Como ves, todo son ventajas cuando hablamos del acero galvanizado. En cuanto a las características más destacable de este material, podemos nombrar las siguientes:
- Duradero: Ya que resiste tanto al calor, la humedad como a rayajos o golpes mejor que otros materiales.
- Económico: Al ser tan duradero, la relación calidad-precio es muy competitiva si lo comparamos con otros materiales menos resistentes y que requieren más mantenimiento.
- Estético: Se usa cada vez más en mobiliario en los hogares u oficinas por su acabado satinado, además de que es muy fácil de limpiar.
- Ecológico: Por un lado porque, al ser tan duradero, no se generan desperdicios cada pocos años y, por otro, porque se puede reciclar varias veces sin perder sus propiedades.
Usos del acero galvanizado
Al ser un producto tan resistente y volátil, se puede utilizar en infinidad de lugares y espacio, tanto abiertos como cerrados. El uso más común es en elementos o herramientas para la construcción, como, por ejemplo: en alambres, cables, tuberías, tornillos, rejas, perfiles en acero galvanizado… También se suele utilizar en la construcción de puentes o carreteras con vigas o columnas muy resistentes, en las señales de tráfico o iluminación de las carreteras, para la construcción de canalones, losas de hormigón…
¿Se oxida el acero galvanizado?
Cuando hablamos anteriormente de las ventajas del acero galvanizado, comentábamos que todas esas capas de zinc que se aplican encima del producto lo convierten en altamente resistente al paso del tiempo y a las situaciones atmosféricas adversas. Pues, entre ellas destacan los procesos de oxidación. Así, este tipo de acero no se oxida y permanece muchos más años como el primer día.
El acero galvanizado está mucho más presente en nuestro día a día de lo que nos imaginamos. Aunque seguro que después de leer este artículo empiezas a detectarlo en muchas de las construcciones con las que te cruces.