Debemos comenzar a acostumbrarnos a que la falta de agua puede ser una realidad en muchas zonas en las que antes era más abundante. Por tanto, es necesario tener ideas en mente que podamos utilizar para aprovechar el agua de lluvia siempre que sea necesario. Los depósitos de agua son la opción más recomendable y en este artículo vamos a explicarte todo lo que necesita saber para recoger agua de lluvia, independientemente de que vivas en una zona de baja o media precipitación.
Qué es la recolección de agua de lluvia y por qué es importante en zonas de baja precipitación.
La recolección de agua de lluvia es un sistema por el cual se aprovechan las precipitaciones, de otra manera, iría directamente al subsuelo. Se trata de un sistema muy valioso, ya que permite aprovechar un recurso en aquellas zonas en las que la precipitación no es abundante. En muchos lugares del mundo, hay viviendas en las que mediante un sistema de depósitos, se consigue almacenar el agua y emplearla para consumo humano. Es algo que venimos haciendo desde la noche de los tiempos, y que, posibilita entender de manera clara el valor del agua.
Qué se entiende por zonas de baja precipitación
Para que un lugar tenga la denominación de zona de baja de precipitación, esta debe tener un volumen inferior a 300 litros por metro cuadrado al año. Recuerda nuestro artículo cómo se mide la lluvia para entender cuanto es esta cantidad. En España, es el sureste peninsular y la parte oriental de las islas Canarias,las zonas en las que se podría denominar como áridas, siendo un total de 2,6 % de todo el territorio. Sin embargo, esta cifra va en aumento debido al cambio climático.
Beneficios de la recolección de agua de lluvia en zonas de baja precipitación
Los principales beneficios de recoger agua de lluvia son muy numerosos. En primer lugar, porque permite emplear un recurso que, de otra manera, puede que no tenga un aprovechamiento adecuado. En las zonas muy áridas, el agua se filtra rápidamente al subsuelo y no se acumula como en otros lugares de mayor pluviosidad.
Instalar un sistema de aprovechamiento de agua puede ser un proceso muy sencillo, ya que, de manera simple, podemos comenzar con un depósito de agua en el que recoger las precipitaciones. La inversión económica no es alta, por tanto, tener tu propio sistema de recolección de agua de lluvia es algo que puedes hacer sin necesidad de gastar mucho dinero.
Por otro lado, recoger agua de lluvia, no solamente trae beneficios en forma de aprovechamiento, sino que es una manera de tomar conciencia sobre la escasez de este elemento. Quien aprovecha el agua de lluvia es consciente de su valor, y nunca la va a malgastar. Por tanto, recoger agua de lluvia es también una magnífica escuela de vida.
Pasos para recoger el agua si hay bajas precipitaciones
Recoger agua de lluvia no es solamente poner un barreño en una terraza y esperar a que llueva. En este artículo te indicamos cómo recoger el agua de la lluvia y hacerlo con las máximas garantías. Toma nota de todo lo que necesitas para que el aprovechamiento del agua de lluvia no sea un trabajo en balde.
Preparación
En primer lugar, es interesante conocer cuáles son las precipitaciones de la zona donde vivimos. El aprovechamiento del agua de lluvia tiene sentido si vivimos en un lugar en el que las precipitaciones son escasas. Por tanto, una consulta a la pluviometría de nuestra comarca nos dará las claves de si es algo que puede o no merecer la pena.
También debemos tener en cuenta el espacio disponible para montar el sistema de recogida, lo más habitual suele ser la terraza o la azotea de nuestra vivienda. Nuestro sistema de recogida debe ser lo suficientemente amplio para que el esfuerzo merezca la pena. Finalmente, hay diversos sistemas para recoger agua de lluvia, Pero debemos tener presente como la vamos a canalizar desde el sistema de recogida hasta el depósito.
Instalación del sistema
Una vez que tengamos claro que nuestro sistema de recogida de agua de lluvia es viable, habrá que seleccionar el material y comenzar con el montaje. Para ello, debemos tener en cuenta que la seguridad debe ser lo primero antes de seguir avanzando.
Por ejemplo, el depósito de agua debe estar en un lugar que no se vea afectado por el sol. Lo más recomendable es poder enterrarlo. Igualmente, desde la zona de recolección hasta la de depósito del garantizarse, la estanqueidad del proceso, al igual que filtrar el agua para evitar que se acumulen impurezas.
Pero si no queremos complicarnos demasiado, bastará con colocar unos sistemas de recogida en nuestra terraza, y que iremos utilizando, por ejemplo, para regar las plantas si así lo deseamos. Tu sistema de recogida de agua de lluvia es válido, siempre y cuando merezca la pena el esfuerzo, y el aprovechamiento sea una realidad.
Mantenimiento del sistema
Por supuesto, a mayor complejidad del sistema de recogida de agua, mayor incidencia, habrá que hacer en su mantenimiento. Por ejemplo, cuando el depósito se encuentre seco, debemos limpiarlo y comprobar que no tiene fugas. De la misma forma, el sistema de canalización y el de recogida debe encontrarse limpio en todo momento. Si existe algún tipo de grieta o fuga, será necesario repararlo o bien, sustituir la parte dañada.
Uso del agua recolectada
De manera general, el agua de lluvia que se recolecta suele emplearse para cualquier tipo de uso menos para beber. Y no por el hecho de que esta agua no sea potable, sino porque si deseamos venderla, deberemos aplicar el tratamiento adecuado para que no sea perjudicial para nuestra salud. Por ejemplo, filtrarla correctamente o añadirle sales minerales.
El uso del agua de lluvia recolectada es muy diverso, desde lavar el coche a regar nuestro huerto y plantas, hasta utilizarla de manera habitual para la descarga del inodoro, la ducha o los electrodomésticos. Para ello, deberíamos instalar un sistema de mayor complejidad, pero no cabe duda de que se trata de una manera muy eficiente de aprovechar un recurso natural en aquellas zonas en las que es escaso.